DELIRIO

De acuerdo con el artículo escrito por Juebin Huang de la universidad de Medicina de Mississippi, el delirio es una alteración fluctuante, habitualmente reversible, transitoria y aguda, que afecta la atención, las funciones cognitivas y el nivel de conciencia. 

No debemos confundir delirio con demencia ya que la demencia va ligada a la afectación de la memoria como consecuencia de cambios anatómicos en el encéfalo, aparece con lentitud y, usualmente, es irreversible.

Las causas más frecuentes del delirio son el consumo de fármacos, especialmente los anticolinérgicos, los psicológicos y los opiáceos; las infecciones o la deshidratación. Aunque en la mayoría de los casos se desconoce la etiología. Por ello, ante los casos de causa desconocida, se tienen en cuenta los factores predisponentes que incluyen que la persona haya tenido encefalopatías  previas, deterioro sensorial, intoxicación alcohólica o simplemente la edad; y también los factores precipitantes que incluyen el shock, la Hipólita, la anemia, la inmovilidad, la hospitalización, el dolor, la privación del sueño, la desnutrición, el estrés emocional, el uso de catéteres vesículas, etc.

El delirio se puede presentar a cualquier edad, aunque es más frecuente su aparición entre los ancianos. En los hospitales, el 50% de los pacientes suelen sufrir delirio en algún momento, ya que este puede aparecer tras la cirugía como consecuencia de la anestesia prolongada. Además, el 10% de las personas ancianas que ingresan en el hospital suelen tener esta alteración. No obstante, también puede aparecer en las poblaciones jóvenes, y en estos casos se suele deber al consumo de drogas o a trastornos sistémicos que suponen una amenaza para la vida.

En los hospitales, la presencia de personas con delirio va ligada también a la unidad en la que se encuentren, ya que por ejemplo en la UCI el riesgo de delirio es muy alto, y también en otras plantas como  en la unidad de cuidados paliativos.

En cuanto a los signos y síntomas, el delirio se caracteriza fundamentalmente por la dificultad para mantener, focalizar o desplazar la atención. Por lo que, observaremos que los pacientes están desorientados (en tiempo y a veces en espacio o persona), con cambios en la personalidad y el afecto; pueden tener alucinaciones, ideas delirantes y paranoia.  Los síntomas se pueden volver más intensos por la noche y desaparecer durante el día o viceversa, es decir los signos van a fluctuar de minutos a horas. 

Con respecto al diagnóstico, se suele realizar un examen del estado mental y físico, una anamnesis minuciosa y se utilizarán criterios estándares para diagnosticarlo.

Po último comentar que el objetivo del tratamiento va enfocado hacia la corrección de la causa, la eliminación de los factores agravantes y el control de la agitación.

A continuación, pongo un video explicativo de los diferentes tipos de delirios que existen y de esta forma poder entender más este trastorno.

Artículo:https://www.msdmanuals.com/es-es/professional/trastornos-neurol%C3%B3gicos/delirio-y-demencia/delirio