domingo, 28 de noviembre de 2021

DEPENDENCIA EMOCIONAL

 



Los seres humanos somos dependientes por naturaleza, necesitamos estar con otras personas, confiar en ellas, desahogarnos y que nos apoyen pero también necesitamos nuestro espacio, poder estar solos de vez en cuando.

 

Es innegable que somos dependientes emocionalmente, y esto no debemos cambiarlo, una persona que es totalmente independiente puede sentir soledad o incluso se puede deber a una falta de empatía, lo que debemos buscar es una dependencia sana y que las relaciones que tenemos con la gente que nos rodean no se conviertan en algo tóxico.

 

Cuando somos pequeños establecemos un vínculo de dependencia horizontal con las personas, es decir buscamos a alguien que desempeñe el papel de cuidador y nosotros seremos quiénes recibamos estos cuidados.

En cambio a medida que crecemos esto cambia, y ya cuando somos adultos debemos establecer un vínculo de dependencia horizontal con nuestros allegados, esto se basa en una persona que cuida a la otra pero que también es cuidada, de forma que haya una reciprocidad. Así estamos estableciendo una relación de dependencia ideal, no podemos intentar dominar a alguien y tampoco podemos dejar que nos dominen.

 

Por tanto, debemos destacar que si buscamos establecer una relación de dependencia sana, esta se tiene que basar en dos principios: autonomía e intimidad.

Pero, ¿cómo lo conseguimos?

Para hablar de la regulación emocional debemos explicar dos conceptos que son la autorregulación y corregulación.

Dentro de la autorregulación incluimos aquellas actividades que realizamos nosotros mismos y que mejoran nuestro estado de ánimo, actividades que realizamos de forma independiente.

Mientras que en la coregulación incluimos aquellas actividades que realizamos con otras personas y que nos ayudan a sentir mejor, por ejemplo si tengo un problema y se lo cuento a un amigo cercano y siento que me escucha, la sensación de dolor o ansiedad va a disminuir.

 

Tenemos que tener en cuenta que no son términos excluyentes y que lo sano sería conseguir que una persona sea capaz de desarrollar ambos por igual, ya que una buena autorregulación supone autonomía y una buena coregulación supone una buena intimidad, es decir una relación sana de dependencia emocional.

 

Debemos saber que las personas correguladas suelen ser inseguras, tienen miedo a que las abandonen y por eso van a forzar los vínculos que establecen con los demás, intentando agradar a las personas que las rodean siempre para que no las abandonen.

En cambio las personas autorreguladas van a tener miedo a que su espacio sea invadido por otra persona y van a intentar huir si sienten que esto ocurre

Los pernencientes al bloque dominante van a intentar controlar a la otra persona para que no les abandonen

Ninguno de estos grupos mantiene relaciones horizontales, que es lo que buscamos para no caer en relaciones tóxicas por eso mismo debemos fomentar que las personas sean conscientes de que estar solo de vez en cuando es algo positivo y correcto para poder conocerse a uno mismo pero también confiar en los demás es algo bueno, llevar el peso de la mochila de cada uno es complicado. Debemos saber lo que valemos y ser conscientes de que si alguien entra en nuestra vida es porque sabe como somos y no nos va a querer abandonar, confiar en uno mismo y en los demás es la mejor elección para conseguir relaciones sanas.





        

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