El trastorno bipolar es uno de los trastornos mentales más graves que afevtan a más del 1% de la población mundial. Esta enfermedad crónica también se conoce como maniaco-depresiva y es muy difícil de manejar a las personas que la padecen.
Se caracteriza por episodios recidivantes de estado de ánimo elevado y depresión, que se acompaña en cambios en la actividad o la energía y se asocia con síntomas cognitivos, físicos y conductuales característicos. En estos episodios puede estar presente la "manía" (cuando el estado de animo es alto y sostenido y aprecen los brotes psicóticos), "hipomanía" ( elevaciones menos intensas y breves del estado de ánimo, aunque sk no se controla puede conducir a la aparición de la manía) o mixtos (que aparezcan ambos).
El trastorno bipolar se acompaña de ansiedad y problemas con el alcohol o las drogas.
La etiología de esta enfermedad es especialmente genética, aunque el abuso físico o sexual, acontecimientos vitales y factores de estrés cronico también pueden ser los desencadenares de este trastorno.
El trastorno bipolar se considera problemático ya que se suele acompañar de otros problemas psiquiátricos, en especial la ansiedad.
El problema comienza cuando la persona bipolar no asume que tiene dicho trastorno (negación) y por lo tanto, se niega a recibir ayuda, agravando asi el trastorno.
La clave para el diagnóstico es la presencia o los antecedentes de hipomanía o manía. El estado de ánimo predominantemente irritable puede enmascarar un cuadro maníaco subyacente y los síntomas psicóticos se pueden confundir con la esquizofrenia. Es necesaria una buena anamnesis y un examen del estado mental, complementados con información colateral.
Por ultimo, con repecto al tratamiento muchos fármacos son más eficaces para uno de los polos de la enfermedad, por lo que los pacientes con “estabilizadores del estado de ánimo” (habitualmente litio o anticonvulsivos) pueden no ser tratados de la misma manera para ambos polos.
Para la manía y los estados mixtos hay buena evidencia de la eficacia de los antipsicóticos como clase, el valproato, el litio y la combinación de antipsicóticos + litio o valproato. Como tratamiento complementario se recomienda un ambiente con bajo nivel de estímulos. Los tratamientos cortos con benzodiacepinas se emplean para tratar la agitación y el insomnio.
Por ello, es necesario saber que tipo de trastorno tiene y que sintomas presenta el paciente para darle el tratamiento adecuado y que mejor le convenga.
Artículo: https://revistamedicasinergia.com/index.php/rms/article/view/572/961
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