Las emociones son reacciones psicofisiológicas que experimentamos a diario a pesar de no ser conscientes de ello, además de ser universales, independientes de la cultura y producen cambios en la conducta y en aspectos fisiológicos. Estas van a manifestarse ante determinadas situaciones y nos preparan pasa así poder dar una respuesta adaptada a cada situación, y gracias a esto hemos podido responder rápidamente a situaciones amenazantes y sobrevivir como especie.
A priori, las emociones se consideran adaptativas y dependerán
del significado que la persona le de al estímulo y de la respuesta de
afrontamiento. Además también existen otro tipo de estímulos emocionales perturbadores
que pueden no dejar secuelas, así como otros que pueden pasar desapercibidos y,
sin embargo, causar un daño de mayor o menor importancia. Y la diferencia está
en la percepción que cada persona tenga de cada estímulo, pudiendo surgir una
respuesta desadaptativa, permaneciendo constantemente enfadados, tristes o
ansiosos una vez desaparecido el estímulo inicial y así afectando a nuestras
salud física y mental.
Las emociones positivas tienden a potenciar la salud física y mental, a la vez que las negativas suelen disminuirla. También se sabe que las personas con buen estado de salud suelen tener más emociones positicas y menos negativas que las que no pueden gozar de salud. Existen varias evidencias de como las emociones negativas afectan a la salud:
- La ira, tristeza o depresión provocan cambios de la conducta que hacen que abandonemos hábitos saludables (ejercicio físico, vida social) y que los sustituyamos por otros más perjudiciales (sedentarismo, tabaco, alcohol).
- Una prolongación de estas emociones tienen consecuencias fisiológicas elevando la tensión y la presión sanguínea, provocando problemas musculares o cardiovasculares.
- También pueden desencadenar mecanismos de autorregulación para así contrarrestar o eliminar estas emociones, como el uso de sustancias para reducir malestar o evitar situaciones.
- Cuando existe una alta emocionalidad negativa, pueden llegar a interpretarse las situaciones de una manera muy alejada de la realidad, ya que cuanto más nerviosos estamos más conscientes somos de las amenazas y más importancia le damos. Así es como se desencadenan los trastornos del pánico, la fobia social, depresión o el TOC.
A pesar de esto, también un exceso de emociones positivas
pueden provocar alteraciones en nuestra salud: la euforia en personas que
tienden a la impulsividad puede conducir al consumo de sustancias psicoactivas,
riesgo de sufrir un accidente o alguna otra consecuencia negativa. En
conclusión, hay una gran relación entre las emociones y la salud.
https://www.semfyc.es/como-influyen-las-emociones-en-nuestra-salud/
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